Bogotá es la sede de una nueva reunión extraordinaria del Consejo Presidencial de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), que prevé abordar varios problemas que afectan, en distintas áreas, a los países miembros de este sub-bloque regional. En el caso específico de Ecuador, el Presidente de la República llega a esta cita con la expresa intención de frenar las ingentes pérdidas económicas que provocan las constantes paralizaciones de transportistas colombianos en su territorio, pero que a la vez generan problemas a los conductores ecuatorianos.
Antes de partir, el Mandatario recordó que, a pesar de la apertura del gobierno de Juan Manuel Santos en el tema, “el conflicto está ahí, y no podemos aguantar que, cada año, los transportistas colombianos nos cierren la frontera y nos causen millones de pérdidas”.
El Jefe de Estado ha sido enfático en su rechazo a la postura de los huelguistas, quienes -además de impedir las transacciones comerciales con Colombia, que se ubican en $ 662 millones- han agredido a los choferes ecuatorianos.
Es indudable que la cita busca zanjar un problema entre los presidentes de las naciones involucradas, una marca que nuestro gobierno ha intentado plasmar en Sudamérica con el objetivo de que las citas internacionales dejen de ser encuentros sociales para que las medidas tengan significado.
La cita del Consejo Presidencial de la CAN también intentará salvar al bloque comercial que tuvo hace pocos años una sensible baja al oficializarse el retiro de Venezuela.
En los últimos meses, el Ejecutivo ecuatoriano ha dado muestras de abandonar el grupo, considerando que el intercambio comercial -principal motivo del nacimiento de la CAN- no se ha fortalecido en los últimos años. Y a pesar de estos inconvenientes, las desventajas que podría enfrentar la economía, como consecuencia de esta separación, son analizadas con objetividad. Por ello son mucho más determinantes las reuniones y resoluciones que se tomen hoy en Bogotá.