Es una excelente noticia. El ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, anunció que ARCSA aprobó la vacuna de la compañía estadounidense Pfizer. Esta ya se aplica en los Estados Unidos desde el miércoles.
El plan de vacunación en Ecuador está listo y se prevé inmunizar al 60% de la población, que equivale a 9’000.000 de ecuatorianos. Ellos recibirán las dos dosis contra el virus Sars-Cov-2.
Los primeros vacunados serán el personal de primera línea, que lucha contra el microscópico virus mortal, los adultos mayores de los centros geriátricos y quienes los cuidan. Le seguirán el personal de salud, las fuerzas del orden, los bomberos, el personal que recoge la basura y los grupos vulnerables. Más adelante el resto de la población mayor de 18 años.
El medicamento estará en Ecuador a partir de enero, habrá más de 10.000 puntos de vacunación a escala nacional y 400 centros de distribución.
Esta información llena de esperanza a Ecuador que hasta ayer tenía 13.915 muertos y 203.461 contagiados. Los esfuerzos para esta cruzada son públicos y privados. Por ejemplo, LATAM adaptó sus aviones para hacer la distribución interna en el país de forma gratuita.
Queda una duda: ¿cómo se procederá con la población de las áreas rurales? El Gobierno tiene previsto alquilar dispositivos portátiles a la compañía estadounidense.
Pero la vacuna de Pfizer no es la única que llegará al país. También hay otros convenios con la Universidad de Oxford y la compañía AztraZeneca, que aún está finalizando la prueba de eficacia en Reino Unido.
Sin embargo, la ciudadanía no puede bajar la guardia por la llegada de la vacuna. Ningún país tendrá de inmediato a su población total inmunizada, pues es un proceso que durará meses. Mientras tanto, las reglas son las mismas para cuidar y proteger a nuestras familias: el uso de mascarilla obligatorio, el lavado frecuente de manos y el distanciamiento social.