Se trata de una herramienta que procura mantener relaciones laborales justas, además que garantice la salud, tanto de los trabajadores como de los empleadores. Ese es el objetivo que se busca con el Acuerdo Ministerial que emitió el Ministerio de Trabajo para garantizar la salud de los ciudadanos, así como procurar la estabilidad laboral.

Una vez que finalizó el estado de excepción, el lunes 14 de septiembre, el Gobierno a través del COE nacional anunció una nueva normalidad en el país. Esa nueva normalidad que significa la autorregulación y que se cree conciencia en la sociedad de que la pandemia del covid-19, aún es una amenaza para la población.

Las responsabilidades no solo deben ser emitidas por las autoridades, sino que los propios ciudadanos no abandonen los cuidados con las que se han venido manejando durante los seis meses que duró la emergencia: uso de mascarilla, distanciamiento social e higiene constante.

Por eso el Ministerio de Trabajo, una vez que se dispuso la opción del teletrabajo para mantener el cuidado de la salud, emitió el acuerdo que, entre otras disposiciones, establece la responsabilidad del empleador de facilitar al trabajador de las herramientas  e insumos necesarios para que efectúe sus tareas en casa, pero este también se debe responsabilizar de su buen uso y cuidado.

También es importante la disposición del respeto a la jornada de trabajo. Ningún empleador debe exceder el tiempo de la jornada más allá de lo permitido de la ley, que deberá ser de al menos 12 horas diarias. Esto incluye que ningún patrono debe extender las horas ni comunicarse con el trabajador, una vez que se cumplió el horario.  

Hay otras disposiciones, pero todas apuntan a crear un ambiente laboral propicio para la reactivación de las actividades y de la economía del país. La aplicación de lo contenido en el acuerdo debe ser cumplido por las partes en cuestión, porque se trata de mejorar las relaciones laborales, dentro de esta nueva normalidad en la que vivimos.

En resumen, se trata de comprender de que, más allá de las disposiciones, es imperativo que esos nexos entre trabajador y empleador se fortalezcan con la nueva convivencia. A todos nos toca asumir las obligaciones y responsabilidades que demanda la  normativa.