Es una de las coyunturas clave para los colombianos. No es un asunto menor ni tampoco debe tener un uso proselitista. La paz para ese país es definitoria para muchos procesos de sus habitantes. Nadie puede dudar que abrir el diálogo con las FARC fue una de las mejores noticias de lo que va este siglo. Y ahora con el grupo ELN esa negociación coloca en un mejor escenario a toda la nación para superar décadas de violencia. Si hay voluntad y buena fe de las partes, los únicos ganadores son los colombianos y su futuro.

Los perdedores son los guerreristas, los traficantes de armas, las mafias y grupos conservadores que no entienden que los conflictos no nacen de una sola de las partes. Y por ello las negociaciones y los comicios de este domingo significan ya una coyuntura histórica para decidir sobre el futuro de ese país. Lo que solo los colombianos decidan será de absoluta trascendencia también para Ecuador. En la misma medida que en el norte se desate la paz, en nuestro país habrá más desarrollo en la zona fronteriza.