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Sí, hay una estructura que responde a una estrategia bien montada. Esa estructura se explica por sí sola: una supuesta investigación nace de un grupo oculto, el exeditor de Opinión de El Universo la ‘recoge’ y divulga, con absoluta impunidad, en su blog y cuenta de Twitter, e inmediatamente empiezan los actores políticos del aparato mediático de la derecha local a trabajar.
Entre ellos algunos periodistas que ahora se sostienen con fondos oscuros en páginas web y plataformas de dudosa procedencia.
El exeditor de El Universo miente todo el tiempo, injuria, inventa y difama sin vergüenza alguna. Y se sigue llamando periodista y pide dinero cuando en realidad solo él sabe lo que recibe de entidades que lo usan para protervos fines.
¿Por qué los medios privados y ciertos actores políticos insisten en darle crédito a una persona que hace todo eso? ¿Ahora desde el exterior y bajo el manto protector de organizaciones muy identificadas con la extrema derecha hace lo que no pudo en Ecuador?