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Por diversas razones, el proceso integracionista de las naciones del sur se desaceleró. Los mandatarios, cada uno a su modo, lo han explicado. Y se entiende. Sin embargo, hace falta un nuevo impulso y un enorme estímulo.
La noticia -ya confirmada- de que el expresidente colombiano Ernesto Samper es el candidato de consenso para dirigir la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) abre mucha expectativa en la región para los propósitos inaugurales e históricos de este ente.
Como nunca antes, es vital para todos los países asociados sentarse a la mesa, abordar los temas urgentes y recuperar la vitalidad con la que se inició este proceso que, en su corto lapso, ha dado muestras de enorme prestigio, reconocimiento, frutos y expectativas.
En vísperas del aniversario del natalicio de Simón Bolívar, el mejor homenaje es profundizar esa integración que soñó y por la que luchó el Libertador. Y sobre todo porque esa ofensiva derechista en el continente también tiene entre sus objetivos anular este proceso latinoamericano.