La existencia de medios públicos es un avance histórico en la democracia y periodismo ecuatorianos. La historia recordará esta época por esa ruptura en el campo mediático que ha traído, ante todo, una mejor consideración a las audiencias y un avance en el ejercicio del periodismo responsable. Claro, los liberales conversos creen que hay un solo modo de informar y entretener.
La diferencia está a la vista y construye otra manera de ser más parecida a nuestras identidades. El séptimo aniversario de Ecuador TV revela un sostenido proceso público que, con errores y aciertos, toma distancia de la televisión mercantil y gesta un mejor diálogo con las audiencias. Quizá en esta nueva etapa, con la inclusión de comerciales, hay cierto ruido al modelo al que nos acostumbraron.
Sin embargo, en lo fundamental, la programación, la participación y la inclusión son sus mejores cartas. Larga vida al único canal de excelente calidad y verdadera cobertura nacional, que atiende bien a todos los gustos y diversidades.