Por lo visto, la batería de ‘trolls’ y de aquellos ‘voluntarios’ espontáneos actúa con una intensidad que bien pagada está: que hay feriado, que los militares ya le quitaron el respaldo al Presidente, que las corridas bancarias son inmensas, etc. Todo ello sin dejar de lado el ‘retuiteo’ de actores políticos muy reconocidos y del voluntarismo de aquellos medios y periodistas bastante ‘objetivos’. ¿Qué quieren con todo esto? ¿La debacle nacional? ¿Un caos para pescar a río revuelto? ¿O son solo simples piezas de esa estrategia bien montada desde cierta central política? ¿Ya tienen listo el plan de sustitución de autoridades para cuando todo lo que imaginan pase, tal como pensaron que ocurriría en Venezuela el año pasado? Esa clase de irresponsables sabe a dónde van a parar sus tareas y estrategias cuando la realidad les diga dónde está la legitimidad política. Por ahora, bien vale enfatizar que divulgar y amplificar esos rumores, aparte de ser un delito, no ayuda en nada al diálogo ni a la salud pública. (O)
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