En más de mil seiscientos puntos de información a escala nacional, centenares de voluntarios de Alianza PAIS trabajaron durante el pasado fin de semana para recoger las firmas ciudadanas que deberán respaldar la reinscripción de este movimiento como sujeto político ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Para las bases de la agrupación, la directiva nacional y la opinión pública, este proceso interno es considerado como un paso más en la maduración de un movimiento que se constituyó sobre la marcha -impulsado por la candidatura presidencial de Rafael Correa en 2006-, pero que a la vez tenía una de sus mayores fortalezas en el divorcio con las viejas y aborrecidas formas de hacer política.
Y fue justamente esa incipiente estructuración la que motivó que al interior de PAIS, durante estos últimos cuatro años, se presentaran fricciones -algunas irreconciliables- que inevitablemente han llevado al alejamiento de algunas figuras que iniciaron el proceso.
La reinscripción como organización política es también tomada al interior como una imperiosa oportunidad para reveer y consolidar los estatutos y reglamentos internos que se delinearon durante los dos meses que duró la Convención Nacional de la agrupación en 2010.
A partir de estos códigos internos, PAIS deberá apuntalar uno de sus mayores logros en estos últimos años: la participación ciudadana y el empoderamiento del ecuatoriano de a pie del ejercicio democrático para su vinculación a la vida política activa.
Otro punto que no puede ser obviado por la cúpula del colectivo es el de fomentar el surgimiento de nuevas figuras políticas que se conviertan en los abanderados del proyecto que ahora lidera el Primer Mandatario porque, como él lo ha advertido en algunas ocasiones, sería lamentable que esta aspiración convertida ya en un proceso irreversible nazca y muera con Rafael Correa.