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El alcalde Jaime Nebot celebró a su ciudad. Y ahí destacó muchas de las cosas que avanzan, pero olvida la expansión de ‘cráteres’, obras inconclusas y poca solidaridad con transeúntes y buses. Ya son tres años de la anunciada repavimentación del centro guayaquileño.
Levantaron el pavimento, pasaron las máquinas y siguen ahí varias calles sin la capa nueva de asfalto y el desorden en el arreglo de aceras y bordillos. Como ya es costumbre, de esos temas no se habla en los informes radiales que el alcalde Nebot realiza todas las semanas. Parece que ni él ni sus entrevistados pasan por esas calles, y si lo hacen, miran para arriba.
No solo que no se concluye la obra sino que, además, la afectación para los negocios circundantes parece cosa sempiterna. ¿Por qué mencionar el tema estos días? Precisamente porque pasaron ya las fiestas julianas (de tres años), vendrán las octubrinas y en el informe de labores ese tema pasará inadvertido por las autoridades locales y por la prensa ‘libre’.