El invierno en los países andinos ha sido duro. Y, al parecer, se extenderá varios días en plena Semana Santa y con un feriado de por medio. Por ello hace falta un esfuerzo y trabajo coordinado de todas las entidades públicas y privadas para que este largo descanso sea para el reposo, el disfrute y la distracción, pero sin correr riesgos ni aventurar salidas a las zonas afectadas por las lluvias y deslaves. Mucha atención con los avisos y advertencias de los organismos de socorro y de prevención de riesgos que se emiten a diario. Una opción podría ser quedarse en casa o participar de los ritos religiosos locales, así se evitará la aglomeración en las salidas de las ciudades. Del mismo modo, es muy importante crear las condiciones para garantizar el apoyo y ayuda en casos de lluvias torrenciales en los barrios o poblados en dificultades. La mejor prevención es estar al tanto, bien informados y conectados para despejar dudas y no crear falsos escenarios. Y para ello las autoridades deben brindar todas las facilidades y alertas.