Insistentemente escuchamos que la sociedad ecuatoriana está polarizada. Al menos algunos hacen la diferencia y señalan que ese fenómeno se halla solo en el campo de la política. Si fuese cierto, además, tendríamos más claros dos asuntos.
Primero, cuando ocurre una polarización hablamos de la existencia de dos polos fuertes. ¿Cuáles son? ¿Cómo se identifica cada uno? Segundo, las visiones sobre la política, que supuestamente empujan esa polarización, son las sustentadas por uno solo de los polos opuestos. ¿Para qué sustentan y amplifican eso? ¿Qué hay detrás de todo el andamiaje discursivo?
Las respuestas parecería que están en aquellos grupos, gremios, organizaciones (todas nacionales y extranjeras) que en los países con gobiernos progresistas trabajan sobre la misma matriz. Con las disculpas debidas para países cercanos, ¿por qué no hay polarización en Colombia y en Perú? ¿México es la prueba de que la unidad nacional y la armonía absoluta gobiernan la vida diaria? Lo cierto es que hay un montaje político para sustentar las justificaciones electorales para el 2017.