Fueron ocho años de investigación y pruebas que finalmente dieron los frutos anhelados. Ecuador ofrece a su mercado interno y externo dos nuevas variedades de arroz: Iniap Élite e Iniap Impacto que, a criterio de técnicos y autoridades agrícolas, suponen un hito por tratarse de granos con una genética de alto rendimiento.
Y es que pese a las vicisitudes económicas, agravadas por la pandemia, el sector agrícola se apuntala este año como una válvula de alivio financiero, además de que se convierte en un sector neurálgico que sostiene el sustento de miles de familias que no dejan de ver en el campo, no solo como su fuente alimentaria, sino también como un importante motor de desarrollo.
El subsecretario de Comercialización del MAG, Robert Córdova, sostuvo durante la presentación que en lo que va del año se han exportado más de 50 mil toneladas de arroz; es decir, que la gramínea entra en el grupo de los productos no tradicionales de exportación.
El 11% de la población económicamente activa del sector agrícola trabaja en el cultivo de arroz, generando un aproximado de 163.030 empleos directos. Es por tal motivo que las políticas en favor del agro necesitan fortalecerse; y deben ser políticas de estado, es decir de largo aliento para cimentar las bases de la economía de los agricultores que por décadas han sido postergados.
El fomento al sector agropecuario entonces debe ser la hoja de ruta. Campesinos, autoridades y sector financiero público y privado se deben unir en una política agropecuaria cuyos resultados beneficiarán a las familias productoras, a los consumidores, al sector exportador y, por ende, al presupuesto estatal. (O)