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Es una de las noticias más importantes de los últimos años en este campo: el sínodo general de la Iglesia de Inglaterra aprobó el pasado lunes la ordenación de mujeres como obispos. Aunque la decisión pasa por la ratificación del parlamento británico y la reina Isabel, de sí ya se trata de un avance importantísimo para esa congregación religiosa.
Es la primera vez en sus 500 años de historia, pero más allá de eso constituye un reconocimiento a la labor de las mujeres dentro de su comunidad que, según cálculos oficiales, reuniría a una población de 77 millones de personas en el planeta. Hace 20 años se aprobó ya la ordenación de mujeres reverendas y ahora, como obispos, ellas adquieren la responsabilidad de tomar decisiones para conducir de la mejor manera sus congregaciones. Para el resto de iglesias, esta es una oportunidad para el debate y la reflexión del rol de las mujeres en las jerarquías, con lo cual también salta a la discusión el machismo en sí mismo.