Como reportaron los principales voceros y autoridades, el último texto de la Declaración de Lima, presentado por la presidencia de la COP-20 en la madrugada del sábado, “da una pequeña bocanada de aire fresco a este encuentro”. En el párrafo 10, la Convención Marco contra el Cambio Climático invita a las partes a que comuniquen sus planes de adaptación en sus compromisos nacionales.
El otro avance del nuevo texto obligaría a los países, no solo a establecer compromisos en reducción de emisiones, sino también a definir plazos para conseguirlos y la implementación de los mecanismos de supervisión. Evidentemente la reunión de Lima dejó en claro varios problemas en las organizaciones de la sociedad civil como en las posturas de los países desarrollados, los más contaminantes del planeta.
Las primeras siguen en sus disputas hasta en aspectos personales, según los dirigentes y las organizaciones proponentes. Y de los gobiernos habrá que esperar más ‘creatividad’ para la Cumbre de París.