Por irresponsabilidades y cierta complicidad, funcionarios de nivel medio -con todas las autoridades anteriores- deben explicar al país por qué el hospital Teodoro Maldonado Carbo se encuentra en tal situación, que no solo perjudica a los afiliados sino que también genera un enorme malestar social y político. Evidentemente hay corrupción y mal manejo -acumulados de años- con funcionarios indolentes y muy bien apalancados para mantenerse en todas las administraciones y seguir usufructuando de sus cargos. Este Diario ya denunció cómo aparecían medicinas con el sello de este hospital en las farmacias y boticas de los alrededores. ¿Salieron volando y aterrizaron en esos locales? ¿Por qué cuando los pacientes pedían esa medicina los mismos empleados les sugerían ir a la farmacia de ‘al frente’? Si ahora hay una decisión del más alto nivel para corregir todo lo malo y hay una emergencia declarada, esperemos que no pasen años ni meses sino solo semanas para sanear esta situación.
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