El informe del Observatorio del Conflicto Sociopolítico del Centro Andino de Acción Popular registra una disminución de la conflictividad social desde 2010 en Ecuador, tal como lo dio a conocer este diario ayer. Si eso se contrasta con lo publicado en cierta prensa y por las declaraciones de algunos dirigentes políticos, sindicales y los entrevistadores, la realidad sería otra y, quizá, mucho más grave. ¿Qué explica esto? Antes de contestar eso también habría que abogar por otra necesidad: un mejor tratamiento informativo y hasta político con base en evidencias, datos y realidades medibles. De otro modo, todo sería mucho ruido y pocas nueces. Ahora bien, las transformaciones en el país no llegan ni ocurren con la venia y el aplauso de todos.
Algunos sindicatos, empresarios y partidos defienden de muchas maneras su estatus y, por tanto, se resisten y hacen bulla, pero no necesariamente porque sus bases y representados sientan que sus derechos y demandas sean esas. ¿Dónde está entonces la verdad?