La explotación del proyecto aurífero a gran escala Fruta del Norte, que arrancó el jueves en Zamora Chinchipe, dejará números interesantes para el país en los 15 años que se prevé dure su operación.

Lo primero es que la extracción subterránea del oro y su exportación generará el pago de alrededor de $ 1.000 millones por concepto de impuestos para el Estado ecuatoriano hasta el año 2034.

Una cifra importante si se toma en cuenta que la deuda que reclamaban los maestros jubilados por el pago de incentivos para su retiro alcanzaba en un inicio $ 1.200 millones. Los tributos generados por la explotación minera habrían permitido atender esa demanda.

Adicionalmente, la extracción del metal crea 14.208 empleos, entre directos e indirectos, lo que evidentemente redundará en bienestar para muchas familias. En los períodos previos a la explotación, la empresa Lundin Gold ha destinado $ 21 millones al pago de salarios de sus empleados.

Esto garantiza, por un lado, el acceso de los beneficiarios directos a comida, vestido, servicios y, a la vez, redistribuye esos recursos entre otros integrantes del tejido social.

Del mismo modo, la operación de Fruta del Norte genera beneficios para los habitantes de la zona cercana a la mina. Hasta el momento, la firma ha invertido alrededor de $ 20 millones en proyectos sociales en el área.

Por supuesto que el Estado deberá vigilar el cumplimiento permanente de las normas ambientales, de manera que se garantice que las operaciones extractivas causen el mínimo daño posible al entorno natural.

Además, como lo dijo una pobladora de la zona cercana anteayer, todavía esperan mayores beneficios por su aceptación del establecimiento del proyecto minero en el lugar. Algo que se espera ocurra en el futuro.

Sin embargo, las previsiones de los beneficios tanto económicos como sociales que generará Fruta del Norte permiten considerar que la explotación minera legal y bajo parámetros aporta al país. (O)