Presumía de antiimperialista, pero goza de los favores de sus ‘enemigos ideológicos’. Se llama de izquierda, pero se codea bien con toda la derecha del país y del extranjero. Se declara perseguido, pero durante el año de cautiverio ‘escribía’ para los portales bien financiados por las ONG foráneas. Sin ninguna duda el ‘sindicalista’ y ‘periodista’ tendrá mucho espacio en la prensa privada y de oposición.
Ahí sustentará todas sus (¿serán solo suyas o de ciertas agencias del exterior?) teorías bajo un solo fin: declarar a Rafael Correa autor de delitos de lesa humanidad. Villavicencio solo es la cara más perversa de esa campaña, detrás de la cual hay un sinnúmero de actores bien financiados, articulados y en franca dependencia de ciertos poderes imperialistas y mercantiles.
Ahora, el supuesto perseguido ha pedido que EE.UU. sancione a Ecuador como lo hace con Venezuela. ¿Por qué no pide de una vez una intervención militar y se viste de marine para encabezar la invasión? ¿O será un simple vocero bien pagado de una campaña golpista?