En Ecuador a dos actores políticos, de la nada, se les ocurrió iniciar un proceso judicial por delitos de lesa humanidad contra el presidente Rafael Correa. Y sus consortes andan por el exterior con ese argumento para, en algún momento, intentar su encarcelamiento.
En Argentina, el aparato político de la extrema derecha, con la complicidad de la prensa opositora, intentó vincular, de un modo perverso, a la presidenta Cristina Fernández con el suicidio de un fiscal, hecho del cual hasta ahora solo queda una cosa clara:le han dado un uso político. Y ahora en Venezuela, según ‘fuentes’ estadounidenses, el titular de la legislatura, Diosdado Cabello, sería parte de un cartel del narcotráfico.
¿No es pura coincidencia aquello? ¿Hasta dónde se ciñe todo esto al guión tan bien conocido desde hace décadas en América Latina? ¿No hicieron algo parecido con Salvador Allende y para eso la CIA financió un diario? Y por acá la prensa comercial se hace eco enseguida de aquellas noticias, con esa ‘inocencia’ que no utiliza cuando aborda u omite delitos de ciertos actores políticos, uno de los cuales paga una sentencia. (O)