El HSBC es un banco superpoderoso. Y con ese ‘poder’ habría ayudado a evadir 180 mil millones de dólares a través de su filial en Suiza. Con este dato de la realidad quizá no se explique del todo el titular de casi todos los diarios del mundo (¿es muy extraño que por acá no haya sido la gran noticia del día?) y la incidencia política, económica y ética en la convivencia mundial, social y fiscal.
No se trata de un caso menor, por supuesto. Por ello también se explica mucho de lo que ahora es debate académico y político tras la publicación del libro El capital en el siglo XXI, de Thomas Piketty: vivimos la era de la mayor concentración de la riqueza. Si es así, por responsabilidad pública e histórica, los paraísos fiscales deben ser motivo de análisis, preocupación y una decisión mundial.
Bajo este ‘paraguas’ se oculta y hasta permite una serie de irregularidades, riquezas mal habidas y la evasión fiscal en detrimento de los sectores sociales pobres, ya que se impide que los Estados cumplan con sus obligaciones.