Hay modos soterrados de impulsar un linchamiento mediático y el más usado por todo el bloque opositor es crear una corriente en contra de toda decisión jurídica, legal y legítima, de las instituciones del Estado ecuatoriano a través de editoriales, entrevistas, comentarios, ‘notas objetivas’ y la cascada de injurias y ofensas en las redes sociales.
Si se hiciera una recopilación de todo lo dicho en contra de la decisión de la Corte Constitucional para reconocer que las enmiendas sugeridas por un movimiento político pueden y deben ser tramitadas en la Asamblea Nacional, se comprobaría que hay una campaña oculta, no solo para desconocer esa decisión sino para deslegitimar y desprestigiar a las más altas autoridades de esa entidad.
Que no les guste no quiere decir que su actuación esté por fuera de las normas y obligaciones constitucionales. Hay una clara coincidencia en la sutil estrategia mediática de atacar toda decisión institucional a partir de supuestos y de argumentos políticos.