El policía Vinicio Carvajal recibió una sentencia de 12 años por intento de asesinato al presidente Rafael Correa, tras los infaustos sucesos del 30 de septiembre de 2010. Antes, durante y después del juicio que lo condenó hubo toda clase de comentarios para absolver de responsabilidades a los uniformados.
Todo ello con la férrea intención de desvirtuar, no solo la sentencia, sino las motivaciones políticas que rodearon a ese hecho. Ahora ese policía recibió el indulto. En otras palabras, obtuvo el perdón de quien fue su víctima. Y con eso es de esperar que los demás uniformados y políticos involucrados pidan la misma medida.
En consecuencia, hay un reconocimiento tácito de que se cometió un delito, hubo una culpa y, por tanto, todo lo dicho sobre el 30-S quedaría de lado, sobre todo en algunos de los protagonistas, así como en el aparato político y mediático de la derecha ecuatoriana. Incluso, Cléver Jiménez y Fernando Villavicencio tendrán que volver a revisar sus últimas declaraciones. (O)