Con grandes expectativas los ecuatorianos se conectaron a las plataformas para presenciar este 9 de enero de 2021 el primer debate de los candidatos a la presidencia de la República, encuentro en el que siete presidenciables (de 16) expusieron sus puntos de vista sobre varios tópicos bajo un formato que no dio paso a la réplica y que dejó más furcios que certidumbres sobre las cualidades que tendrá el próximo presidente de la República del Ecuador.

Y es que la cantidad de aspirantes que se dieron cita (7) hacía presagiar el tono del encuentro: una suerte de monólogo disperso en el que cada invitado iría a su aire. Y así fue.

Si bien es cierto que la premura (cada uno tenía un minuto y medio para hablar) suele ocasionar errores, fue tal la cantidad de exabruptos cometidos por los candidatos que sus propuestas quedaron en segundo plano.

"Nunca permitiremos que ningún ecuatoriano coma tres veces al día", "la delincuencia está en tu casa", "error catrastal", "los 'paes'" (puesto de auxilio inmediato-PAI); "llene el colapso", "vamos a potencializar (potenciar)"; "voy a impulsar el petróleo", "todo el peso de la corrupción", "demen el voto", "la verdad verdadera" y "aquellos muertos que fallecieron en la pandemia" fueron algunos de los gazapos que se colaron en el "careo", pero la lista puede ser tan larga (si analizáramos con mayor prolijidad saltarían más deslices) como la cantidad de candidatos que aspiran a ocupar el sillón de Carondelet.

Decía Álex Grijelmo, periodista y experto en lenguaje que él se fía más de las personas que hablan bien que de aquellas que no saben expresarse "y eso lo mismo para un político que para un carnicero" porque las palabras son la ropa que se ponen las ideas para salir a la plaza pública.

Bajo esa premisa, la plaza pública durante el primer debate se llenó de harapos, y hoy, 10 de enero, segundo día de debate, veremos quién lucirá sus mejores trapos.