Algunos empresarios lo han entendido bien y han aceptado el reto; no ahora, sino hace varios años. Y por eso desarrollan emprendimientos con provechosos resultados, además de ciertas innovaciones. Claro, cuando hay sentido de pertenencia y de poco neocolonialismo se puede avanzar, pero han aparecido otros que se quejan ahora de que no pueden importar todo lo que quisieran.
Y eso, según ellos, constituye una afectación al desarrollo empresarial. ¿No son los mismos que apoyaron y apoyan con inusitado fervor la dolarización? ¿Ellos olvidan que adoptar esa moneda obliga a producir más para exportar y con ello tener dólares? Sí, lo saben. Entonces, el asunto va más allá de los empresarios e implica a la sociedad alrededor de un asunto de fondo: consumir.
No podemos seguir dolarizados si al mismo tiempo importamos desde detergente hasta herramientas. El consumo de lo nacional también implica un cambio de mentalidad para sostener la misma dolarización produciendo mejor.