Después de cuatro días de zozobra y de un escrutinio complejo y lento, Joe Biden ha ganado las elecciones de Estados Unidos, erigiéndose  como el cuadragésimo sexto presidente de este país.

Su carrera en Washington DC empezó en el Senado en 1973, donde consiguió un escaño por el estado de Delaware recién cumplidos los 30 años.

Con su  triunfo como presidente, los demócratas vuelven a la Casa Blanca después de un periodo en el que Donald Trump propaló el nacionalismo, exacerbó la xenofobia y consecuente con su política populista entregó billonarios paquetes de ayuda a empresas y familias.

Estas políticas fueron básicamente su caballo de batalla, su plataforma electoral para convertirse nuevamente en presidente, pero sus constantes exabruptos y su apatía frente a la pandemia le pasaron factura.  

En 2016 muchísimos demócratas habían sufrido el desencanto de la pérdida de Hillary Clinton debido a que, por una cuestión de autoconfianza, no fueron a votar. Por ello esta vez y debido a la pandemia sufragaron decididamente por correo, lo que retrasó el escrutinio y puso en vilo a los estadounidenses.

En la otra orilla y como contrapeso, los entusiastas votantes republicanos se lanzaron a las calles el 3 de noviembre (día del supermartes) para sufragar. Todos estos elementos configuraron el retraso de los resultados y un hecho atípico en el país paradigma de la democracia: cuando aún no se terminaba de escrutar todos los votos, Donald Trump se autodeclaró ganador, dejando impávido a medio mundo debido a sus acusaciones sobre fraude en Míchigan y Wisconsin.

Y en una democracia madura, como se concibe la de Estados Unidos, este tipo de reacciones generan rechazo y constituyen un pésimo precedente.

A punto de cumplir 78 años, Joe Biden es el presidente de Estados Unidos de más edad. A su larga carrera como senador se suman sus ocho años de vicepresidente de Barack Obama (2009-2017), con quien construyó una sólida relación. Esta era la tercera vez que intentaba llegar a la presidencia. 

Hoy Joe Biden ha ganado las elecciones pero también ha entrado a la historia al convertirse en el candidato demócrata con mayor voto popular. Y Kamala Harris, su compañera de fórmula, acaba de ser electa como la primera vicepresidenta de Estados Unidos de raza negra. (O)