Es un primer paso, pero que abre expectativas al sector exportador e importador. El anuncio de un acuerdo comercial de primera fase con Estados Unidos, que antes se veía lejano y quizá utópico, ahora se avizora cercano y casi palpable. Más aún cuando el Gobierno ha manifestado que esto se puede dar antes de que finalice este año.
Fue el propio presidente de la República, Lenín Moreno, quien lo anunció y el ministro de Producción, Iván Ontaneda, lo reiteró. Como él lo ha dicho se trata de un acuerdo de cuatro fases, claramente establecidas, que encaminarán al país, con paso firme hacia la concreción del citado acuerdo.
Un primer punto es crear facilidades para el comercio internacional, con la eliminación de trabas comerciales, simplificación de los procesos aduaneros y reducción de tramitología; un segundo momento será el fortalecimiento de la coordinación interinstitucional para elaborar e implementar regulaciones al comercio e inversiones, esto con el fin de crear un marco de seguridad jurídica, reducir procesos o regulaciones que encarecen las operaciones de comercio exterior por ser innecesarios.
Se suma un tercer punto: facilidades de negociación para las mipymes, con la reducción y simplificación de procesos aduaneros para potenciar el intercambio comercial, quienes se beneficiarían de una reducción en los costos al no pagar aranceles para entrar al mercado de Estados Unidos, logrando precios competitivos en sus productos.
Finalmente, procedimientos para eliminar la corrupción dentro del comercio internacional para garantizar un intercambio justo y seguro; fortalecer y automatizar los mecanismos de control y recibir cooperación para modernizar los procesos aduaneros y sistematización de los requisitos de las operaciones aduaneras.
Con estos pasos las ruta hacia un futuro tratado comercial con el principal socio comercial de Ecuador está a las puertas. Este primer acuerdo solo es el inicio de un camino que, de continuar con confianza y a paso firme en el 2021 por el próximo gobierno pondrá al país en un real crecimiento económico, pues con ello no solo el exportador e importador, sino toda una cadena productiva, de manera colateral obtendrá los anhelados beneficios. Eso sí, siempre que el resultado de las negociaciones lleguen a buen puerto. (O)