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Empezó el debate y aprobación de los presupuestos de los gobiernos autónomos descentralizados del país. Y como ya sabemos que el próximo año tendremos una situación económica difícil, hay preguntas que saltan a la vista.
Una de ellas es: ¿Cuáles son las prioridades para los municipios, prefecturas y juntas parroquiales? Otra: ¿Hasta dónde va a pesar el ahorro y la eficiencia en el gasto? Evidentemente habrá menos recursos y por lo mismo hay prioridades sociales y de inversión vitales para el desarrollo de los territorios. ¿Qué prefieren los alcaldes: obra pública, gasto corriente o inversión social? No es fácil la situación, pero también es cierto que por mucho tiempo se acostumbraron a que la plata llegara, sin retraso, del Gobierno central sin generar suficientes recursos propios.
¿Hay un GAD autosustentable? Por eso es vital mirar temas de este tipo para provocar un pleno debate nacional. Es importante entender qué debe hacer el gobierno autónomo descentralizado para efectivamente no depender del Gobierno central y construir, en el marco global, un proyecto de buen vivir territorial. (O)