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El Telégrafo

Conmemoración del Día de la Mujer la empañó la violencia

12 de marzo de 2020

A propósito del mes de la mujer y de su día, el pasado 8 de marzo, en redes sociales se viralizaron videos donde un gran número de féminas vestidas de negro, con sus rostros tapados con pañuelos, pintaron paredes con aerosoles, rompieron vidrios de tiendas, destruyeron vehículos utilizando como fachada el “feminismo” o la lucha “feminista”. Estos actos vandálicos se suscitaron en México y hubo algunos focos en América Latina.

Sin duda, los actos violentos y el vandalismo infiltrado no representan a las mujeres que durante décadas han luchado por la igualdad de derechos, por las que todavía siguen en esa ardua batalla a la que se ha sumado la exigencia del cese a la violencia contra el género que desemboca en femicidio.

Son hechos por demás repudiables y contradictorios que mientras miles de mujeres piden respeto para el género con campañas como #MeToo, #VivasNosQueremos o #NiUnaMenos, haya otras que, escondiendo sus rostros, generan violencia en las calles y destruyen los bienes públicos y la propiedad privada. No es la forma, no es esa la idea.

Por qué entonces mancillar esta lucha que se inició el 8 de marzo de 1857 y dos años después con la creación del primer sindicato para pelear por sus derechos. Esta lucha fue progresiva hasta que el 25 de marzo de 1911, 100 trabajadoras perdieron la vida en un incendio en una fábrica textil en Nueva York. En 1975, las Naciones Unidas celebraron por primera vez el Día Internacional de la Mujer, un 8 de marzo. Desde entonces, la lucha con un denominador común es erradicar la violencia y la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

La ONU es uno de los organismos que impulsa al movimiento, sobre todo fomentando los derechos humanos de todas las mujeres y niñas. Pero el femicidio continúa empañando la gesta que cada año tienen las mujeres. Los casos más recientes, el de Andrea P., enterrada en una cisterna; el de Adriana C. y su pequeño hijo de 6 años. ¡Ya basta! (O)

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