La organización Reporteros sin Fronteras (RSF) ha colocado a Ecuador en un lugar ‘bajísimo’ en el ranking sobre libertad de prensa. Su argumento central es, literalmente: “La rectificación forzada de información se ha convertido en un modo de censura institucionalizada”.
En ninguna facultad de Comunicación se podría asimilar esto como una categoría o un ítem para analizar el estado de la libertad de expresión de un país. Pero si fuese cierto, ¿por qué RSF no presenta el ‘cuadro de la situación’, el ‘estado de la realidad’, los ‘argumentos poderosos’ o lo ‘empírico’ del tema? ¿De dónde saca tamaña barbaridad? ¿Será con base en el aparato ‘todopoderoso’ del supuesto observatorio de prensa llamado Fundamedios? Bastaría decir que la rectificación es tan vieja como el mismo periodismo; y que si hablan de algo forzado, habría que probar -como periodistas que dicen ser- dónde cabe esa medida. Además, cuántas rectificaciones tuvieron sentido y razón de ser justificadas.