Correa y sus intentos por ser candidato a las próximas elecciones
29 de noviembre de -0001Dos intentos. El expresidente de la República Rafael Correa manejó dos posibilidades para candidatizarse a las elecciones nacionales de 2021. La primera fue a la Vicepresidencia de la República por la coalición Unión por la Esperanza (UNES), Centro Democrático y Fuerza Compromiso Social, cuyo líder está en la cárcel por corrupción.
El martes, su hermana Pierina Correa llevó un poder, firmado por un notario, al Consejo Nacional Electoral (CNE) y el exjefe de Estado debía aceptar esa candidatura vía telemática. Incluso Correa estaba en vivo y directo a través de un iPad que llevó un militante de esa alianza política.
Pero el CNE no registró la aceptación de esa candidatura. El segundo intento fue para postularse como asambleísta por la circunscripción Europa, Asia y Oceanía. Pero tampoco lo consiguió porque no acudió al consulado ecuatoriano en Bélgica para aceptar esa candidatura. Él explico en sus redes sociales que había viajado a París y debía cumplir 14 días de aislamiento.
Según el Reglamento de la Democracia aprobado durante sus 10 años en presidencia, es obligatorio que la aceptación de las candidaturas sea en persona en Ecuador y en las representaciones diplomáticas en el exterior.
Pero el expresidente no se resigna a perder espacio político ni a postularse como candidato para los próximos comicios. Quizá porque esa es la única manera de mantener la inmunidad en los casos de corrupción que le imputan.
Correa tiene una sentencia en segunda instancia a ocho años por cohecho agravado en el caso de corrupción Sobornos 2012-2016. El último recurso legal que le queda se dirime hoy en el Tribunal de Casación de la Corte Nacional de Justicia.
Eso, sin mencionar, el proceso por el caso de plagio contra el exasambleísta Fernando Balda. Correa mantiene un llamado a juicio vigente, pero no ha podido continuar la causa en su contra porque las normas ecuatorianas señalan que no puede ser juzgado en ausencia.
El expresidente radica en Bélgica desde que dejó el poder, en mayo de 2017. La Fiscalía, además, investiga su participación en 35 casos, todos de corrupción.