No hay un ejemplo como este y, sin embargo, hay medios que reducen a su mínima expresión la noticia. Tampoco es que sea la experiencia absoluta y, por tanto, no merezca una sola crítica o aporte desde la reflexión sensata.
La verdad, los gabinetes binacionales y las citas presidenciales con Colombia superan muchos esquemas y hasta modelos de lo que deben ser las relaciones entre los países, mucho más si son vecinos y tienen problemas en común, además de oportunidades invalorables a la hora de trabajar conjuntamente. Terminado el III Gabinete, son considerables los avances en los campos de seguridad, la entrega de becas, la interconexión, entre otros.
Por ahora, Colombia y Ecuador tienen mucho que ganar conjuntamente, sobre todo si nuestro vecino asegura la paz y desata otros procesos como producto de acuerdos duraderos con las guerrillas. Rafael Correa y Juan Manuel Santos deben sentirse satisfechos por el trabajo realizado hasta ahora, y estimulados por lo que todavía falta por hacer.