Para quienes vivimos y aún recordamos las violentas jornadas de protesta de octubre de 2019, que perjudicaron algunos espacios del Centro Histórico de Quito, verlo recuperarse en el lapso de cuatro meses constituye una gran noticia.
En los últimos días la colocación de plantas nativas y geranios en sus calles y plazas, en un trabajo coordinado entre entidades, constituye un proyecto de embellecimiento que poco a poco regenera la estética de una zona ampliamente visitada tanto por nacionales como extranjeros.
A las mingas y jornadas de trabajo comunitario que se organizaron desde los primeros días posteriores a las protestas ha seguido el trabajo coordinado de las diversas entidades municipales que se esfuerzan para rehabilitar y recuperar las zonas vulneradas de la capital, lo cual ya muestra sus resultados.
También se han restablecido las señaléticas y las piedras que irresponsablemente fueron arrancadas de paredes de algunas casas, monasterios y calles, las mismas que han vuelto a su lugar tras un cuidadoso trabajo de especialistas ayudados en ocasiones por voluntarios de empresas privadas.
De tal manera se observa que en los últimos días se recupera la imagen urbana de la zona comprendida en sectores de las emblemáticas calles Chile, Venezuela, Flores y Guayaquil, así como en la llamada Plaza de la Salud en las calles Mejía y García donde también se coloca iluminación ornamental.
El esfuerzo de estos cuatro meses demuestra que se ha generado un espacio de integración, reconciliación y embellecimiento de la ciudad, lo cual va acompañado de manifestaciones artísticas y culturales.
Sin embargo, queda mucho por hacer en cuanto a la seguridad en el horario nocturno, pues los comercios, restaurantes y espacios culturales cierran en horas de la tarde y la afluencia de personas se reduce drásticamente, pese al encanto que muestran las cúpulas iluminadas de las iglesias entre otros atractivos. (O)