Una Ley de Comunicación que desafía a la producción cultural ecuatoriana
Se generaron las bases y condiciones legales, ahora le corresponde a la producción cultural ecuatoriana saturar con su creatividad a los diferentes espacios de la comunicación nacional, con contenidos que marquen una ruptura frente a las propuestas de los tradicionales programas y bienes culturales extranjeros (y algunos nacionales), que hemos estado acostumbrados a escuchar, mirar y sentir a diario.
La Ley de Comunicación que fue aprobada el 14 de junio en la Asamblea Nacional, contiene dentro de su sección VI, el artículo 97, que está orientado a generar una mayor producción audiovisual nacional. Este hecho marca un hito en la historia de la producción cultural del país, en tanto se declara a gran parte del sector como estratégico y se pretende estimular a las industrias culturales audiovisuales.
Por ejemplo, según el informe Diagnóstico y Políticas para el Desarrollo de la Industria Fonográfica en el Ecuador, publicado este año por la Dirección de Emprendimientos Fonográficos del Ministerio de Cultura y Patrimonio, la música nacional constituye tan solo el 9% entre las canciones que se emiten en la radio local.
Con la Ley, las emisoras ecuatorianas o que tengan base en el país, en su programación deberán rotar por cada tema extranjero uno producido, compuesto o ejecutado en el país. Otro de los alcances de la recién aprobada Ley es la que se propone en el artículo 98. Dicha norma pretende asegurar que la publicidad que se emite en medios ecuatorianos sea producida y realizada en el país.
Es claro que aún falta darle el mismo impulso a otros campos de la cultura y el arte, como la formación (y posterior consolidación) de una industria editorial que articule a los múltiples proyectos (que también son independientes) que emergen en varias ciudades del Ecuador. Sin embargo, a la Ley de Comunicación no puede dejar de celebrársela como un gran hito que atiende luchas históricas y contemporáneas del sector audiovisual ecuatoriano.