Al menos 2.000 personas ingresan diariamente por el aeropuerto de Guayaquil, pero durante la temporada navideña la cifra puede incrementarse en al menos un 50%, es decir entre 2.500 y 3.000 viajeros.   

En Quito, en donde el flujo de pasajeros es un 15% mayor, la situación es similar, dijo Ricardo Troya, director de zona de carga aérea del Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae).

La gran cantidad de tráfico demanda controles rigurosos, pues la mayoría de los viajeros llega con regalos para su familia y sus amigos, y se busca evitar infracciones aduaneras, señaló el funcionario. “Queremos que la gente conozca la normativa para evitar cualquier inconveniente”, señaló Troya.

Luis Sánchez viajó por motivos de trabajo a España y llegará a Ecuador pocos días antes de Navidad. Dijo que hubiera querido traer más regalos para su familia, entre ellos perfumes, pero está consciente de que solo puede traer 300 ml, lo que significa alrededor de 3 unidades.

En el caso de los licores, el monto máximo son 3 litros, de modo que tuvo que restringirse en su compra. Sánchez pudo enterarse a través de la prensa local acerca de los estrictos controles en las salas de arribo por estos días, pero considera que debería haber mayor información para quienes viven en el exterior sobre lo que se puede ingresar al país y los bienes que deben tributarse. “No todos tienen acceso a internet para informarse”, expresó.

Ruth Lugo, ecuatoriana que vive en New Jersey desde hace más de 20 años, dice que su hija le pidió una tablet y que por eso procura informarse sobre las restricciones para el ingreso de este artículo al país. Además tiene dudas en cuanto a la traída de otros productos.

En 2012, el Senae emitió la resolución 679 en la que se establecieron los productos que podían ingresar por salas de arribo y sus cantidades. Según el artículo 24, los viajeros pueden ingresar una unidad nueva, más una usada de: cámaras fotográficas, teléfonos celulares, tablet, computadores portátiles, consolas de videojuegos, entre otros efectos personales (ver infografía).

En caso de encontrarse más unidades serán consideradas bienes tributables y por lo tanto “su valor conformará parte de la base imponible de la obligación tributaria”.

De acuerdo con esta misma ley, en caso de viajeros mayores de 18 años de edad, se pueden ingresar máximo 3 litros de bebidas alcohólicas, 20 cajetillas de cigarrillos, una libra de tabaco y 25 unidades de habanos o cigarros.

La ropa, calzado y accesorios son considerados bienes no tributables, porque son de uso personal.

Pero cuando ocurre un excedente, por ejemplo hay una cuarta botella de licor, se convierte en un bien tributable que debe pagarse con base en su tarifa arancelaria. Si el monto del excedente alcanza los $ 500, las personas pueden pagarlo en la sala de arribo.

Pasado este monto deberán seguir el procedimiento de una importación normal y estos bienes son trasladados a un depósito temporal hasta que sean nacionalizados, lo cual deberá ocurrir dentro de 24 horas contadas a partir del arribo del vuelo.

Para Troya, este control -que el Senae efectúa todo el año- es de suma importancia para que los viajeros tengan en cuenta y conozcan la normativa, lo que les facilitará su tránsito por el aeropuerto. El funcionario recordó que al momento del arribo, y dependiendo de algunas variables.

Por ejemplo que una persona viaje sola pero con 5 o 6 maletas, los pasajeros pueden ser sometidos a una revisión con rayos X, esto es un aforo no intrusivo, en el que se hace un escaneo de los bienes y se abre la maleta en presencia de su dueño para determinar si tiene un excedente.

Troya señaló que desde 2013 se trabaja en una campaña para orientar a las personas sobre la normativa, pues son comunes los casos de un ingreso mayor de bebidas alcohólicas y perfumes, pues la gente trae para regalar.

Infracciones en el aeropuerto

La sala de arribo del aeropuerto puede convertirse en escenario de 2 tipos de infracciones aduaneras: defraudación y contrabando, señala el director de la zona de carga aérea.

El primer caso ocurre cuando un viajero no declara bienes mayores de $ 2.000, lo cual genera un proceso administrativo.

Si esta suma alcanza un monto mayor a los $ 51.000, el proceso pasa a una instancia penal que se sanciona con prisión de entre 3 a 5 años (en el último año se registraron al menos 110 procesos administrativos).

Troya señaló que el segundo caso, el de contrabando, ocurre cuando los pasajeros, de forma deliberada, ocultan bienes, como por ejemplo teléfonos celulares dentro de algún otro equipo tecnológico.

Si el monto por esta infracción supera los $3.400 se pone en conocimiento de la Fiscalía.