El Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop) ofrece un catálogo de automóviles eléctricos para que las instituciones públicas puedan renovar su flota y disminuir costos de mantenimiento y combustibles; además reduce las emisiones de gases contaminantes.

Para poner en marcha el proyecto, el Ministerio de Electricidad recibió ayer el primer vehículo de prueba, un SUV de la empresa china BYD. “El Estado no comprará más autos que usen combustibles fósiles. Eso disminuirá las emisiones de carbono y los costos por combustible (que además es subsidiado)... Cada vez que el Estado requiera un vehículo podrá elegir entre 4 categorías que van desde $ 11.000 hasta $ 50.000, y que tendrán una autonomía de 300 kilómetros”, manifestó Santiago Vásquez, titular del Sercop.

Las entidades estatales adaptarán tomas de 220 voltios para cargar la flota de vehículos que adquieran. Se prevé que en las siguientes semanas ingresen las primeras órdenes de compra, pues con los autos eléctricos el Estado ahorraría un 55% del presupuesto que destinaa combustible y mantenimiento, es decir, más de $ 100 millones al año.  

Los vehículos ingresarán con 0% de aranceles y habrá exenciones tributarias para facilitar la importación. Vásquez indicó que a veces se adquieren hasta 10.000 automóviles al año, una proyección que permitirá a los fabricantes incorporar componentes nacionales a partir de 2017. Hasta el momento, BYD y Mitsubishi forman parte del catálogo, pero también hay interés de la Ford y FIAT.

La entrega fue en el Ministerio del Deporte, en donde el presidente de la República, Rafael Correa, desarrollaba actividades de despacho y decidió conocer el vehículo. Si bien destacó las características y el ahorro que genera usar un auto eléctrico, también consideró que los costos debían revisarse para que sean accesibles a la ciudadanía. El modelo entregado al Ministerio de Electricidad costaría entre $ 45.000 y $ 50.000, pero aún no está disponible en el mercado ecuatoriano.

El ministro de Electricidad, Esteban Albornoz, aseguró que cerca de 2 millones de familias tienen conexiones de 220 voltios, por lo que no habrá dificultades para el cambio de tecnología. Además, habrá incentivos en las planillas. (I)