La comisaria europea de Comercio, Cecilia Mälmstrom, indicó ayer que la Unión Europea (UE) sigue sin tener claro lo relativo al proceso de exención a los aranceles impuestos por los Estados Unidos a los metales.

   El bloque seguirá negociando la próxima semana para  quedar excluido.

“He tenido una discusión franca con la parte estadounidense sobre el grave asunto pendiente de los aranceles al acero y aluminio”, señaló la comisaria tras el encuentro con el responsable estadounidense de Comercio Exterior, Robert Lighthizer.

En esta reunión también participó el ministro japonés de Economía, Industria y Comercio, Hiroshige Seiko.

La UE y Japón tratan de que Estados Unidos les conceda una exención a los aranceles del 25% a las importaciones de acero y del 10% a las de aluminio, firmados esta semana por el presidente estadounidense Donald Trump. La medida estadounidense entrará en vigor dentro de dos semanas y por el momento solo están exentos México y Canadá.

El impacto dentro del bloque
La Unión Europea considera que, dada la “estrecha relación de sociedad en seguridad y comercio” que mantiene con Estados Unidos, debería beneficiarse de una exclusión, dijo Mälmstrom.

Trump señaló que podrían considerarse nuevas excepciones para los países “amigos de verdad” y anunció el viernes que estudian la posibilidad de eximir a Australia a cambio de un “pacto de seguridad”.

Los 28 países de la Unión Europea aseguran que no harán concesiones comerciales ni de otro tipo para conseguirlo y  advirtieron que si los aranceles siguen adelante, están listos para responder en menos de 90 días, con sus propias tarifas y salvaguardas y un recurso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). En esta lista figuran, entre otros, el whisky de tipo ‘bourbon’, la mantequilla de cacahuete, los arándanos y el zumo de naranja.

La Comisión insistió además en que la Unión es un único bloque comercial y no pueden hacerse diferencias entre sus 28 Estados a la hora de aceptar exenciones.

El anuncio se efectuó después de que el secretario de Comercio británico, Liam Fox, indicó que su país -que actualmente negocia su salida de la Unión- intentará conseguir una exención para sus importaciones.

Se calcula que el impacto de las tarifas será de $ 3.446 millones para los exportadores europeos, una cantidad que Bruselas utiliza para calcular el impacto de su repuesta.

Europa exportó a Estados Unidos 5,300 millones de euros en acero y 1,100 millones de euros en aluminio en 2017.

Bruselas incide en que el problema del comercio de acero es el exceso de capacidad de producción debido a las ayudas públicas que dan algunos países a su industria, en concreto China, y defiende que debe buscarse una solución global. (I)