Con una caída en ventas de 41%, entre enero y mayo de este año, la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (Cinae) concentra sus esfuerzos en generar estrategias  para atraer más clientes.

La compleja situación económica que atraviesa el país desde 2015, ha influido directamente en el decrecimiento de la demanda de vehículos.

Para el director Ejecutivo de la Cinae, David Molina, el impacto es sustancial en toda la cadena productiva. En los primeros cinco meses del año se dejaron de comercializar 16.824 vehículos en comparación de los 40.902 unidades vendidos en el mismo período de 2015.

Ante los cuestionamientos al sistema de cupos para la importación de vehículos terminados o por ensamblar, Molina -quien se desempeñó como viceministro de la Producción-, defendió la medida asegurando que “fue y es necesaria” e insistió en que el problema está en la demanda, mas no en los cupos.

Si bien las ventas no son las mejores, las cifras dan cuenta de una balanza más equilibrada entre importadores y ensambladores. Dentro del período mencionado, los importadores vendieron 20.299 unidades en 2015, frente a los 20.603  vehículos ensamblados. Para este año las importaciones suman 12.119 y la producción local 11.958.

Ante un escenario complicado, Molina apunta a diversificar la industria. Una de las alternativas en  las que se trabaja es la potenciación de la fabricación de autopartes y accesorios.

En los concesionarios y ferias informales los precios han bajado y las promociones son constantes.

El Gobierno tomó nota de la situación. Por ello, la Ley para el Equilibrio de las Finanzas Públicas, vigente desde abril, otorga una rebaja de 5% en el impuesto a los consumos especiales (ICE), a los vehículos de fabricación nacional o extranjera, que al 25 de abril de 2016 se encontraban en el país, como autos terminados o CKDs (partes para ensamblar), con un precio de venta de hasta $ 30 mil y que se comercialicen hasta el 31 de diciembre. El beneficio aplica siempre que se vea traducido al público con valores más bajos.

Molina sostiene que se está atacando al problema de fondo, estimulando precios más convenientes para la ciudadanía. En los primeros días de julio se espera tener los resultados de la aplicación del beneficio durante el mes de junio. (I)