La empresa cementera Holcim Ltda., con sede en Jona, Suiza, confía en que puede hacer las desinversiones necesarias para obtener la aprobación reglamentaria para su fusión con los franceses Lafarge S.A.

Según el diario financiero The Wall Street Journal, las dos compañías planean vender negocios y operaciones que generan aproximadamente $ 6.900 millones en ingresos anuales, para obtener la ‘luz verde’ de las autoridades competentes. El grueso de las ventas de activos es probable que ocurra en Europa, donde ambas empresas tienen una gran presencia y el mercado de la construcción aún es incierto.

El presidente ejecutivo de Holcim, Bernard Fontana, que dejará el cargo cuando se complete la operación, dijo que los inversores de capital privado, otros fabricantes de cemento y las combinaciones de los dos, se han acercado a él sobre la compra de algunas de sus plantas.

Las desinversiones se necesitan por Holcim y Lafarge para completar una fusión que creará la mayor compañía de materiales de construcción del mundo por ingresos, con ventas anuales de alrededor de $ 43.000 millones y una capitalización de mercado de alrededor de $ 50.000 millones.

La fusión propuesta aún necesita la aprobación de los accionistas de Holcim, de la Comisión Europea y las autoridades de competencia en los países donde la empresa combinada operará.

El director financiero, Thomas Aebischer, informó que al momento el acuerdo se mantiene sin cambios, con la intención de completarlo en el primer semestre de 2015. La compañía combinada se llamaría LafargeHolcim. “Estamos trabajando en la presentación de los requisitos reglamentarios y en los paquetes de venta, las cosas se ven muy positivas”, acotó Aebischer.

Fontana mencionó que la compañía combinada tendría una presencia global, con la exposición al crecimiento en los mercados emergentes de crecimiento más rápido y la capacidad de tomar ventaja de una recuperación en los países desarrollados.

Gran parte de los ingresos de los Holcim vienen de Asia y América Latina, mientras que Lafarge es fuerte en África y Medio Oriente.

La empresa de Suiza tiene una filial en Ecuador, con una participación del 60% del mercado. Su planta principal funciona en Guayaquil.

Por su parte, Lafarge, con su planta de Otavalo, tiene una participación promedio de 20% del mercado cementero del país. En diciembre de 2004, el Grupo adquirió la empresa Cementos Selva Alegre.