Un nuevo tipo de empresariado interesado en trabajar y contribuir con el país es el resultado de un Gobierno que crea un clima favorable, según el ministro de Industrias, Ramiro González.

¿Desde su Ministerio cómo se puede fortalecer el trabajo con productores y empresarios?

En estos 7 años se ha redistribuido el ingreso, han mejorado los salarios sustancialmente, por primera vez una familia accede a una canasta básica completa, se ha estructurado una clase media importante, hay menos pobres, los industriales han tenido buenas utilidades y han hecho buenos negocios. Se ha generado un mercado interno con una capacidad adquisitiva interesante y hemos sido competitivos sin sacrificar el recurso humano.

Ahora los empresarios pagan sus impuestos, afilian a los trabajadores al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, pagan los salarios que se han establecido. Con esos empresarios, más la responsabilidad social con la comunidad, se puede trabajar.

¿Eso significa un capitalismo más decente?

Creo en una empresa privada con responsabilidad social en acuerdo con el Estado. Debe haber un Estado regulador porque el mercado es un pésimo redistribuidor de los recursos.

¿Existe un nuevo tipo de empresario en Ecuador?

El sector privado hace un esfuerzo muy bueno para mejorar su tecnología, su formación en las mejores universidades del mundo. Sí, veo un sector empresarial que ha comprendido el discurso del presidente (Rafael) Correa y que no está en las Cámaras. Las Cámaras siguen siendo voceras políticas de la derecha, pero un sector no se siente representado y nos dicen: ‘queremos hacer buenos negocios con el Estado’. La clase empresarial cumple con sus obligaciones tributarias, con sus trabajadores, distribuyendo utilidades y, sobre todo, ayudando a cambiar la matriz productiva.

¿Hacia dónde va ese empresariado, estos nuevos tipos de relaciones de producción y economía para mejorar la política?

Creo que también ha cambiado que los empresarios ya no ven la política como algo asqueroso, sino como algo necesario para la estabilidad de los negocios.

¿Y ahí qué rol juegan los empresarios?

Tenemos ahora una relación, diría que buena dentro de todo el sacrificio que hemos pedido. He sido muy franco, he dicho: ‘tenemos un año y medio fiscal duro, es un año en el que nos falta liquidez”. Les hemos pedido comprensión y lo han tomado con absoluta tranquilidad. Incluso, el Fondo Monetario Internacional reprogramó el crecimiento del Ecuador en este año de 4,3% (arriba de la media de la región), vamos a terminar el año con una inflación igual a la de 2013, de 2,8%. Eso quiere decir que estamos manejando bien los temas, estamos generando un clima empresarial adecuado.

Eso debe ser gratificante para la Revolución Ciudadana, saber que después de redistribuir el ingreso, a través de mejores escuelas, mejor salud, de una infraestructura para la competitividad, nuestros empresarios sean competitivos afuera con una restricción tan fuerte como la dolarización. Entonces, creo que hay futuro en este país.