Las bebidas energéticas tendrán barras de alertas
El sector alimenticio invierte $ 2,2 millones en cambio de etiquetas
El 28 de mayo se cumple el plazo otorgado por el Gobierno para que las industrias establezcan el ‘etiquetado frontal’, en el que constará el nivel de grasa, azúcar y sal que contienen los alimentos, así como si tienen o no transgénicos.
El Gobierno, a través de los ministerios de Salud y Coordinador de la Producción, emitió el 18 de noviembre de 2013 el Reglamento para el Etiquetado de Alimentos Procesados para Consumo Humano.
El sector alimenticio es uno de los que más problemas presenta con el cambio de etiquetas, ya que el reglamento determina algunos aspectos específicos que se deben cumplir.
Los empaques deberán contener una circunferencia roja para aquellos productos con alto contenido de azúcar, sal y grasa; amarilla los de cantidad media; y verde para los que son bajos en estos insumos, así como si contienen o no transgénicos, entre otros.
El presidente del sector alimenticio de Pichincha, Hugo Bustos, informó que están en la etapa de rediseñar las etiquetas y esperar que sean aceptadas por la Agencia Nacional de Regulación y Registro Sanitario (ARSA) para iniciar la impresión. Reconoció que las 220 empresas que conforman este sector tienen etiquetas para 2 y 3 años. “Tenemos stock para dos y tres años de etiquetas. La nueva etiqueta tendrá un costo adicional por el diseño y la elaboración de los nuevos empaques”, aseguró.
La Superintendencia de Control del Poder de Mercado vigilará que se cumpla con el cambio de etiquetas.Recordó que la normativa estableció un plazo de 180 días contados a partir de la fecha de publicación en el Registro Oficial (23 de noviembre de 2013) para que las empresas grandes hagan este cambio y un año para las medianas y pequeñas. “En mi caso, para el cambio de etiquetas, que tengo alrededor de 20 productos, el presupuesto estimado de 30 mil dólares”, señaló Bustos, quien es propietario de la empresa Cofronas, que elabora los helados ‘Los Coqueros’.
El empresario indicó que solo para el sector de alimentos se promedia que se requerirán 2’200.000 dólares de inversión para el cambio de etiquetas.
Guillermo Tapia, gerente general de la empresa Cereales Andinos, fábrica dedicada a la elaboración de productos con quinua (granola, quinua fácil, snacks y copitos), dijo que este proceso se lo está cumpliendo de conformidad con lo que determina la norma.
Explicó que el reglamento menciona que las pequeñas y medianas empresas (Pymes) tienen un año contado a partir de la publicación de la ley para cumplir con la disposición, a fin de terminar con las etiquetas que al momento tienen.
Cereales Andinos está en el proceso de cambiar los diseños de la etiqueta, incluyendo el tema gráfico de semaforización. Una vez que sean aprobadas las etiquetas con el sistema gráfico mandarán a imprimir los empaques.
“Un tiraje de unas 30.000 fundas cuesta entre 4.500 y 5.000 dólares por cada marca. En mi caso son 4 marcas, por lo que deberé hacer una inversión de cerca de 20.000 dólares”, señaló Tapia, quien consideró que en el caso de las pequeñas y medianas empresas se les ha dado el plazo suficiente.
Al respecto, el superintendente de Control del Poder de Mercado (SCPM), Pedro Páez, manifestó que este organismo estará vigilante de que el 28 de mayo las empresas que elaboran los productos de consumo humano cumplan con el etiquetado que ha dispuesto el Ministerio de Salud.
“Poco a poco empieza a haber mayor cuidado en lo que se pone en las etiquetas, lo que demuestra también una actitud corporativa responsable de resolver las cosas. Está fijado el 28 de mayo para que todas las empresas cumplan de manera masiva e irreversible con el tema del etiquetado”, dijo Páez.
Hay que tomar en cuenta
Si el producto es azúcar, sal o grasas de origen animal no llevará la barra de alerta, pero sí debe tener el mensaje: “Por su salud reduzca el consumo de este producto”.
Asimismo, si un alimento procesado contiene edulcorantes naturales o artificiales, deberá decir en la etiqueta: “Este producto contiene edulcorante no calórico”. Además, si el producto tiene menos de un 50% de insumos naturales dirá: “Este producto tiene menos del 50% del alimento natural en su contenido”.
Las bebidas energéticas deberán colocar en sus etiquetas: “Producto no recomendado para lactantes, niños, niñas, adolescentes, mujeres embarazadas, mujeres en período de lactancia, personas de la tercera edad, diabéticos, personas sensibles a la cafeína, personas con enfermedades cardiovasculares y gastrointestinales”.
En el caso de los alimentos con organismos genéticamente modificados, sus etiquetas deberán indicar: “Contiene transgénicos”.