El Huairasinchi 2012 terminó en Piedra de Vapor, una parroquia cercana a Puerto Quito, luego de cuatro días de intensa competencia por las provincias de Pichincha, Cotopaxi y Santo Domingo de los Tsáchilas. De los 49 equipos participantes, 32 lograron terminar la competencia bajo todas las normas de la organización. Es decir que pasaron por todos los puntos de control sin “reenganchar” en ninguno y los cuatro integrantes llegaron a la meta.

Algunas escuadras, como Tradding Express o IStore USFQ, continuaron en la ruta a pesar de perder a 1 y 2 compañeros, respectivamente. “Intentamos terminar, a pesar de que nos quedamos solo dos. Fueron varios meses de entrenamiento y no quisimos rendirnos. Fue muy duro  seguir, pero el apoyo de cada uno fue importante para llegar al final”, dijo Joaquín López, de IStore, quien se mantuvo todo el trayecto junto a Felipe Muchmeyer.

Para este tipo de contingencias, cada grupo tenía un celular, un GPS y un radio VHF, previamente sellados por la organización y que fueron usados solo en caso de emergencia en medio de la carrera.  Además, por persona, antes de la competencia se les solicitaron herramientas obligatorias, revisadas por la organización antes de iniciar la competencia, el sábado anterior. Entre los elementos principales que cada atleta debía tener estaban:   botiquín de primeros auxilios, manta de supervivencia, brújula, altímetro, kit de reparación para bicicleta, entre otros accesorios.

“Una carrera de este tipo exige esas precauciones, porque, además de la aventura y del esfuerzo de cada persona, está la seguridad de todos los participantes. Afortunadamente, tuvimos problemas menores, por el tema de la altura y otras lesiones que no fueron graves”, expresó Santiago López, organizador del evento. La ruta se  trazó con cinco meses de anticipación y la organización la recorrió para asegurarse de la accesibilidad en cada punto antes de ordenar el arranque. Después de las nueve ediciones anteriores a los organizadores les resultó fácil esta tarea.

“Tenemos algún conocimiento del Ecuador, luego de realizar 9 Huairasinchis antes de este último y estar involucrados en el deporte de aventura. Fue un trabajo extenso. Hablamos con gente de los pueblos por donde queríamos que pasara la carrera para  tener facilidades en las  locaciones donde se asentaron los campamentos”, detalló López. El manejo de los desperdicios también fue clave para que la competencia no dejara huella en el trayecto. Los equipos podían ser penalizados si dejaban basura en la ruta. Para evitar esto, la organización también les facilitó bolsas, para separar los desechos; y recipientes para las baterías gastadas.

Al ser una competencia dentro del circuito internacional, por ser parte de Adventure Racing, las exigencias son mayores en todo aspecto de la logística. Desde 2009 están dentro del calendario de dicha organización mundial y junto a Tierra Viva, en Argentina, son las únicas competiciones en Sudamérica que pertenecen al circuito. “Esta carrera nos queda cerca a nosotros y lo más importante es que brinda la opción de que, si uno gana, se pueda participar en  el torneo mundial. Fue una ruta muy dura, al igual que el nivel de los deportistas, pues ellos antes participaron en otras pruebas similares”, aseguró el colombiano Carlos Castillo, del equipo Karen’s Aventura Briko.

El equipo nacional Ecuador Nissan fue el vencedor en la categoría Élite con un tiempo de 63:49’48’’ y el premio mayor fue el cupo para participar en el mundial del Adventure Racing World Series, que se disputará del 15 al 22 de septiembre de este año en Francia. La competencia allí será más complicada, porque dura siete días y no tendrán ningún tipo de abasto. Los participantes  deberán llevar todas las provisiones durante el trayecto y el ganador recibirá  50.000 euros.

La organización ya tiene una idea clara de algunos sectores y rutas por donde transitará el Huairasinchi 2013, pero es un secreto  bien guardado. Sin embargo, mantendrá su categoría de carrera de altura y tendrá como escenario alguna elevación de la serranía.