Desde Ibarra.-

Un intenso sol calentó ayer el agua de la piscina olímpica de Ibarra, al norte de la capital imbabureña. No hay cubierta que la resguarde de los desperdicios que lleva el viento, y menos aún que proteja a los competidores de las inclemencias del tiempo.

Pero todo eso quedó de lado al momento de escuchar la sirena de inicio de las doce pruebas. Carpas improvisadas se distribuyeron alrededor del rectángulo de agua para que las delegaciones prepararan a sus deportistas. Todos disfrutaron de un inicio vibrante de la natación en los III Juegos Nacionales Juveniles Imbabura 2012.

Los gritos y las palmas no faltaron para empujar a los representantes de nueve provincias que se dieron cita en la piscina. Incluso en sus vestimentas destacaron frases de aliento para los competidores. “Garra manaba” o “Ñeque Chimborazo” eran los estampados que lucieron los calentadores de los participantes.

La prueba de los relevos fue la de mayor emoción y allí la potencia de las manabitas se impuso con solvencia. Por eso, con efusividad y aún descuidando hasta sus gorros y gafas, las nadadoras salieron de la piscina velozmente para ser parte de la gráfica oficial que guardó el esfuerzo de meses de entrenamiento.

En las distancias individuales femeninas, la esmeraldeña Sharon Bravo y la representante de Morona Santiago, Samantha Arévalo, destacaron con claridad, sobre todo “Samy”, que aplicó mucha serenidad para triunfar en los 100 metros libre, 200 m combinados y 200 m pecho. En todos exhibió un depurado estilo, aunque en ninguno pudo establecer una nueva marca.

Su experiencia como representante ecuatoriana en los Juegos Olímpicos de Londres contribuyó a su preparación. En este evento mundial se ubicó en el puesto vigésimo noveno y no clasificó a la final de los 800 metros libres, la única prueba que compitió en tierras inglesas. “Estar en Londres fue una gran motivación y aproveché para observar la técnica de las grandes nadadoras mundiales. Ahora tengo que prepararme estos cuatro años para intentar una medalla en los JJ.OO. de Brasil 2016”, refirió la deportista de 19 años.

Sharon, por su parte, obtuvo dos medallas de oro para la “provincia verde” en 50 m espalda y 100 mariposa. A sus 18 años ya es madre y compartió con su pequeño hijo Álvaro las dos preseas que para ella significan mucho por el sacrificio que debe hacer para entrenar.

“Desde las 04:00 estoy en la piscina para entrenar y debo dejar a mi hijo con su papá (Jimmy); cuando salgo del país se me hace difícil estar lejos de mi bebé”, confesó Sharon, que desde hace un año reside en Quito, pero sigue representando a su natal Esmeraldas.

La escalada fue “oro y grana”

El equipo de escalada deportiva de Pichincha, tanto en damas como en varones, fue el mejor de los Juegos Nacionales Juveniles y se llevó prácticamente todas las preseas doradas. Andrea Rosero y Martín Hidalgo se convirtieron en los reyes del bloque y también del all round.

La delegación de Guayas por equipos ocupó el segundo lugar y la medalla de bronce se llevó Manabí. El anfitrión; Imbabura, apenas pudo alcanzar una de bronce con su mejor representante, Juan Estévez.