Los tacles se trasladan del césped a la arena
El contacto es inevitable en el rugby, un deporte poco tradicional en el país, pero que en los últimos años ha ganado adeptos, principalmente en Guayaquil. Asimismo, los valores como el respeto al oponente, al propio compañero y al árbitro son promulgados por los practicantes de esta disciplina.
“Siempre tenemos un tercer tiempo para confraternizar con los rivales”, comenta Juan Marín, entrenador del equipo de Guayas, con respecto a que cuando culmina un partido (tiene dos tiempos de 40 minutos), los jugadores de ambos equipos suelen juntarse a disfrutar de piqueos y un momento ameno.
Dado que los choques son continuos durante un cotejo, los entrenadores buscan que todos los jugadores de los equipos que participan en una liga se conozcan y tengan una buena relación.
“Deben ser caballeros, tanto dentro como fuera de la cancha. Con este tipo de salidas, evitamos un poco los problemas en el campo”, comenta Marín, español que lleva 3 años en el país, tiempo en el que ha fomentado la práctica del rugby.
Para el III Festival Olímpico de Playa, que se realiza desde ayer (inició con una exhibición de tenis playa, pero que comienza hoy con la competencia oficial) hasta el próximo domingo, el rugby será uno de los 12 deportes que entrarán en competencia en Manta, ciudad sede de los juegos.
El rugby, deporte originario de Inglaterra, surgido a fines del siglo XIX, tendrá actividad en la arena de Manta entre el sábado y domingo de la próxima semana. Los equipos participantes serán los representativos de Guayas, Pichincha, Azuay y la selección de Ecuador.
Marín destaca que “para el Festival, la selección de Guayas estará integrada por tres chavales de Jaguares, tres de ADN y un chaval de Monos”.
Andrés Osinaga, jugador del Jaguares, se muestra motivado ante la posibilidad de ser parte del combinado de Guayas en el Festival de Manta.
“Hay muchos buenos jugadores, pero yo entreno para llegar a la selección. Ojalá pueda estar en el equipo de la provincia y algún día también representar a Ecuador”, expresa Osinaga, juega rugby desde inicios de este año.
El rugby tradicional se juega en césped, en una cancha de 100 metros de largo por 40 de ancho, en dos tiempos de 40 minutos y cuenta con 15 jugadores en acción. Mientras que la modalidad de playa se la realiza en arena, con 5 elementos en un campo de 30 por 40 metros, con dos tiempos de 6 minutos.
“Este Festival nos servirá como medidor de lo que será el Sudamericano de Playa en diciembre”, indica el español Marín, quien además de ser seleccionador de Guayas es entrenador del equipo Jaguares de la universidad Casa Grande.
Marín, quien también es asistente técnico de la selección de Ecuador, será el director de competición de rugby en el Sudamericano de Playa.
De su experiencia como jugador, el entrenador cuenta: “Estuve activo como deportista durante 18 años, en el Cau de Valencia, yo ayudé a formar a ese club. Jugué varias veces en la selección de Valencia y dos veces representé a la selección española”.