Posorja.-

Ni el calambre abdominal de John Guala, ni el golpe en el pecho recibido por Israel Salavarría, quien fue impactado por su remo, fueron impedimentos para que el equipo de la Dirección de Deportes se adjudicara su primer título en la regata Guayaquil-Posorja, en la edición 73 de la competencia.

Ambos remeros, junto con Paulo Salavarría, Bryan Solá y Jhimmy Silva (timonel), tardaron un tiempo de 6 horas, 31 minutos y 29 segundos para imponerse en la regata de cuatro con timonel más larga del mundo (56 millas náuticas).

La competencia, que arrancó a las 00:01 del viernes, se llevó a cabo por primera vez en 1940 y se empezó como penitencia de pecados, razón por la cual se inicia todos los años desde entonces en las primeras horas de la madrugada del Viernes Santo. Al arribar los remeros al puerto de Posorja,  fueron recibidos por centenares de personas apostadas a las orillas de la playa.

El grito de apoyo era unificado para la embarcación local. “Vamos Posorja, ustedes pueden...”. La yola del pueblo aún no se divisaba, solo había arribado la embarcación Italia, de los triunfadores, pero igual los habitantes no dejaban de gritar “Posorja, Posorja...”.

Mientras que, las barras eran para el club Regatas de Posorja, Paulo Salavarría abría sus brazos como recibiendo un abrazo del aire, Bryan Solá levantaba su remo, Israel Salavarría y John Guala no atinaban a ponerse en pie del dolor que sentían y Jhimmy Silva empuñaba sus manos en señal de victoria.

De inmediato, el padre de Paulo e Israel, llamado como el primero de ellos, saltó al agua y abrazó a sus hijos. La segunda en lanzarse a la playa fue Italia Palacios, esposa de Paulo y por quien la yola ganadora lleva el nombre.

“Realmente fue una competencia muy cansada, complicada, pero gracias a Dios nosotros nos sobrepusimos a todo y alcanzamos el triunfo”, lanzó el mayor de los hermanos Salavarría, para luego hablar de los contratiempos que pasó su equipo.

“Mi hermano, Israel, recibió un golpe en el pecho con su remo y desde ahí quedó dolido, pero Jhimmy (el timonel, quien no remaba, sino guiaba al grupo) tomó bien su lugar y seguimos enrutados al triunfo. Luego, cuando Israel se recuperó y volvió a su lugar, John tuvo un calambre en el estómago y nuevamente Jhimmy remó. Él (Silva) se lleva gran parte del triunfo, ya que remó cerca de tres horas y siempre nos mantuvo en buena ruta”.

Para Silva, quien ha corrido 15 regatas y gana la competencia por primera vez, la parte más dura de la justa fue a la salida de los callejones, cuando se termina el río Guayas y las embarcaciones salen al mar.

“Las olas venían de un lado a otro. Faltaban dos horas de competencia y esa parte es la que más nos cansó. Cuando llegamos al “infiernillo” (último tramo) estábamos con más de cinco minutos de ventaja y solo tuvimos que mantenerlo”, indicó el timonel ganador.

Pese a tener guantes de protección, las palmas de las manos de los remeros terminan con ampollas y peladas, con un poco de sangre... “Es el costo de la gloria”, dijo John Guala, quien tiene un tatuaje de dos remos cruzados en su hombro derecho.

Bryan Silva comentó que la lucha más dura la tuvieron contra ADN 2, que llegó en segundo lugar e hizo un tiempo de 6:39’59’’. “Ellos iban ganando la competencia desde el  principio, pero cuando llegamos a Punta de Piedra (primer control, a una hora y media desde la partida, en el Malecón 2000) los alcanzamos, los pasamos y desde ahí no aflojamos”.

En tercer lugar se ubicó ADN 3, que paró el cronómetro con un tiempo de 6:59’26’’. Esta carrera fue en honor a Felipe Salavarría, tío de Paulo, Israel y John. Felipe, quien ganó las ediciones de 1966, 1967, 1968, 1972, 1973, 1975, 1976 y 1980, ayudó a construir la yola Italia, con la que se impusieron ayer los remeros de la Dirección de Deportes del Municipio de Guayaquil.

“Ayudé a mi hermano (Paulo -padre-) a hacer la yola ganadora. Nosotros ya tenemos muchos años construyendo estas embarcaciones y me llena de orgullo que nosotros hayamos hecho la yola triunfadora justo cuando la carrera es en mi honor”, comentó Felipe.