Estos capitanes no llevan banda en el brazo como en el fútbol, ni tampoco algún distintivo para diferenciarse del resto. Pero se los puede reconocer porque son los más enérgicos para animar a sus compañeros y porque están pendientes de cada detalle en la planificación. Algunos también prefieren ser los últimos en la caravana, ya sea en bicicleta o durante el trekking.        

En el Huairasinchi el liderazgo de los capitanes se va evidenciado con cada decisión que toman para continuar con la travesía en los 409 kilómetros que abarca la competencia.   

Manejar bien las situaciones complicadas, en las que se nota su capacidad para afrontar los  accidentes que podrían suceder durante el trayecto, y mantener la calma y la unión del grupo son sus principales tareas.     

Los capitanes son los líderes de los equipos en todos los deportes, por ello llevan consigo la consigna de que no pueden fallar y deben resolver problemas en segundos.    

Daniel Serrano, capitán del equipo Fybeca-Banco Pichincha, en la categoría Aventura, aseguró que lo principal para tener éxito y arribar a los puntos de control a lo largo de la ruta con sus compañeros es la calma y el diálogo.    

“Además de las aptitudes físicas, es necesario tener tranquilidad para avanzar en la competencia. Pero las decisiones que tomemos deben ser casi instantáneas para no perder tiempo y estar dentro de los límites impuestos”, dijo.

El francés Baptiste Turrel, del equipo Lafuma de su país, es uno de los que siempre intenta estar detrás de sus colegas. “De esa forma puedo estar pendiente de cada uno y saber a qué ritmo van. La idea es sentirnos todos protegidos y estar juntos hasta el final”, comenta.         

Turrel tiene dos años de experiencia en este tipo de competencias y es su primera vez en la altura; sin embargo, enfrentó sin problemas las condiciones de la serranía ecuatoriana.

A su compañera, Elizabeth Revol se le hizo difícil respirar en Piedra Blanca (cerca de Sigchos), pero continuó después de que los paramédicos la revisaran.     

El cansancio es inevitable, pero para recargar baterías siempre llevan alimentos pequeños como barras de granola y agua. Cuando existe una parada más larga, durante una transición entre una y otra prueba, pueden comer algo más, como una pasta o frutas.    

“Yo estoy muy pendiente de la alimentación, porque ésta es esencial para poder aguantar y terminar la competencia. La hidratación, obviamente, es algo fundamental, pero cada uno sabe cuándo necesita beber agua. La carrera es larga y no podemos retrasarnos por ningún motivo”, señaló Miguel Ángel Sandoval, del equipo Chevrolet Sports Team.

Mañana, último día de la competencia, se desarrollará en las aguas del río Caoni la única fase de kayak. Los equipos élite serán los primeros en cumplir con esa prueba para terminar  la décima y última etapa con el ciclo de trekking.

El segundo día ya dejó bajas en la carrera de aventura extrema

Los equipos Skandia Adventure Team, de Dinamarca, Roc Roi Trangoworld, y Aseguradora del Sur se retiraron ayer de la competencia, luego de que algunos integrantes del primer grupo sufrieran problemas de salud por la altura y de que un participante del tercero se lesionara el hombro.     

La escuadra Cost Rica The North Face también dio un paso al costado la madrugada de ayer, pero luego decidió reengancharse. Ellos fueron descalificados, pero se les permite terminar la carrera.

En la categoría Élite, el cuadro local Ecuador-Nissan es el líder actual y logró ayer una ventaja de dos horas sobre el conjunto Merrel Adventure Addicts hasta el punto de control número 12.

Hasta el cierre de esta edición, los equipos de Élite, que van adelante en esta competencia, estuvieron en el Cañón del Toachi y pasaron por el Quilotoa y Chugchillán. Se espera que la mañana de hoy se internen en la ruta de Santo Domingo de los Tsáchilas, entrando por el sector de Alluriquín.