Ahí, en su casa, fuera de la cancha, lejos del lugar de entrenamiento, está Fernando Giménez. No viste la elástica de Emelec ni usa pupos, más bien una camiseta blanca, una bermuda jean y unos zapatos Dolce  Gabbana son su vestimenta.

Sonriente, el “Vikingo” trata de atender a FANÁTICO, pero su mirada va de una lado a otro. Giménez responde las preguntas a él hechas, mas su hija Fernanda es quien roba su atención. La niña es dinámica, movediza, así como el juego que   mostró el domingo Emelec, en el partido en el que los azules vencieron 5-0 a Imbabura y en el que el volante paraguayo hizo un triplete.

“Solo tengo una niña, pero es como si tuviera cinco, es muy activa, es la alegría de la casa”, expresa el jugador nacido en Coronel Oviedo, ciudad ubicada a una hora de Asunción, en su natal Paraguay.

Esta es la segunda vez que logra un hat-trick, antes lo hizo en el Comandante Oviedo de su país, su primer equipo.

Giménez, quien será titular hoy (19:45) ante Liga, en Casa Blanca, indica que vive un momento fantástico, no solo por lo futbolístico, sino también por lo familiar, todo esto gracias al Señor. “Vengo de una familia cristiana, en la que me enseñaron que Dios es la base de todo. Cristo es mi fortaleza, por Él estoy aquí y siempre trato de ser un testimonio para el resto”, señala el jugador que va a la iglesia Sembradores de Vida junto con Achilier,  Francis y Zumba.

Para Giménez, Emelec tiene un juego “ultraofensivo”, con el que se puede lograr grandes cosas, pero que aún debe pulir.  “El ‘profe’ (Juan Manuel) Carrasco es agresivo. A veces quedan espacios en el mediocampo, pero esos errores los iremos corrigiendo con el pasar de los partidos”, indica el “Vikingo”, quien destaca que su puesto original es el de volante zurdo (actuó como lateral con Omar Asad). “Adelantado con opciones de llegar al gol. En el partido ante Independiente fui contundente, lo que espero repetir ante Liga”, comenta.

Hablando acerca de sus inicios en el fútbol, Giménez cuenta que en su adolescencia tuvo que estudiar, trabajar y entrenar, algo que lo hizo, según él, más disciplinado. “Mis padres siempre me apoyaron. Yo tenía que vender guineos en canasta con mi mamá y luego me iba a entrenar. La tuve que luchar, pero aquí estoy, gracias a Dios”, manifiesta Fernando, de 27 años.

A los 19, “Fercho” se mudó a Asunción, para militar en el Nacional. Ahí, Giménez, quien había jugado en el Coronel Oviedo (el equipo de su ciudad), supo lo que era el profesionalismo, así como también lo que es el amor.

“Es un caso bien particular, porque me enamoré de la hija del  DT (Luis García). Cuando llegué al Nacional, el papá de mi señora (Patricia) era el entrenador y cuando no tenía para comer, él me invitaba a su casa. El ‘profe’ (como aún le dice a su suegro) me apoyó desde el primer momento. Su familia me ayudó mucho”, indica Fernando, mientras le da un abrazo a su cónyuge, con quien lleva cuatro años casado.

Giménez resalta que, además del apoyo que siente en su familia, está el de los jugadores de Emelec. “No he tenido ningún grupo así. Después de los entrenamientos comemos encebollado, bolones o encocado... son momentos inolvidables que nos acercan más”, afirma el paraguayo, quien militó cuatro temporadas en el fútbol chileno (Puerto Montt y U. de Concepción).

Carrasco repite el equipo

Para el cotejo ante Liga de Quito, el estratega Juan Ramón Carrasco pondrá el mismo once con el que venció 5-0 al Imbabura. La única variante que podría ejecutar es la de Óscar Bagüí por Fulton Francis, pero no está confirmada.
Con respecto a los “albos”, Diego Calderón y Jorge Guagua serán baja por suspensión, mientras que Norberto Araujo, Enrique Gámez y  Giovanny Caicedo no estarán ante los “millonarios” por lesión.

En este cotejo, en el que Ulises De la Cruz jugará como zaguero central ante las ausencias, el juvenil en cancha será José Francisco Cevallos, quien estará como volante.