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Una flor frente a Carondelet

Un grupo de niños dejó una flor en la acera de la Plaza de la Independencia, donde suele haber plantones.
Un grupo de niños dejó una flor en la acera de la Plaza de la Independencia, donde suele haber plantones.
Foto: John Guevara /et
08 de enero de 2020 - 16:57 - Luis Fernando Fonseca, Periodista

La Plaza Grande suele ser escenario de manifestaciones de sindicatos y activistas que contrastan con la calma del Centro Histórico de Quito. Un grupo de niños dejó una flor plantada en un vaso sobre las piedras patrimoniales y −aunque hay amplios jardines en la plaza− esta llamó la atención de los transeúntes.

La calle García Moreno separa al Palacio del sitio en que Pedro Restrepo hizo un plantón, cada 8 de enero, durante dos décadas desde que dos de sus hijos (Carlos Santiago y Pedro Andrés) fueron interceptados por la policía, en 1988, siete meses antes de que León Febres Cordero terminara su periodo presidencial.

Desde 2008, la artrosis le impidió a Restrepo llevar las pancartas y carteles con las siluetas de los desaparecidos a la plaza, en cuyos jardines hay plantas como acacia mimosa australiana, hierba del susto africana o doncella, un arupo y hasta tres árboles patrimoniales (centenarios): palma de abanico, magnolia y araucaria.

Esa vegetación suele pasar desapercibida en el día a día del Casco histórico, no así la rosa silvestre abandonada en medio de la acera, que desató la curiosidad de los peatones que se tomaron selfies con ella. Un fotógrafo, incluso, le hizo un primer plano y otro −de este diario− registró las reacciones una mañana:

Pedro Restrepo también se plantaba en el lugar tras la desaparición de sus hijos. Él y −hasta su fallecimiento en 1994− Luz Elena Arismendi, la madre de los niños, han mantenido una lucha incansable por la memoria. Eso lo cuenta María Fernanda Restrepo en el documental Con mi corazón en Yambo (2011), que lleva el título de sus consignas. Otra de las cuales fue: "Por nuestros niños hasta la vida".

"No quiero que mi padre se vaya de este mundo sin saber qué pasó con sus hijos. Es justo y necesario aclarar toda la verdad de una sola vez”, le dijo la cineasta a un medio de comunicación ahora que se cumplen 32 años del doble crimen. "Muchos de los culpables ya han fallecido y se fueron con un pedazo de la verdad. Otros más estarán en ese mismo camino".

Durante una de las conmemoraciones por el Día internacional de las víctimas de desapariciones forzadas (30 de agosto de 2015), Pedro Restrepo interpeló a los familiares de otras personas que tengan que ver ausentes a sus seres más queridos: “no podemos perder la razón, hay que ser muy analíticos, respirar hondo y decir ¿qué vamos a hacer?. "Me entrego al dolor, me anego en llanto, me mato, me desentiendo o pido respuestas, como decidimos hacer nosotros, que estamos vivos porque hemos luchado".

En 1998, el Estado ecuatoriano se comprometió a buscar los restos de Santiago y Andrés, sobre quienes hay un halo de impunidad 32 años después de que no volvieran a su hogar, una casa con amplios y cuidados jardines en el valle de Cumbayá. Sobre las piedras, una flor siempre va a ser inusual porque es una metáfora de la memoria. (O)

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