EL COLOMBIANO HABLÓ EN LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR
Pedro Restrepo: “Yo estoy vivo porque he luchado”
El Día internacional de las víctimas de desapariciones forzadas tuvo una recordación emotiva de los hermanos Santiago y Andrés Restrepo, en el Auditorio de la Facultad de Comunicación de la PUCE. Ambos adolescentes no han vuelto a su hogar desde el 10 de enero de 1988.
La hermana de los desaparecidos durante el régimen del expresidente León Febres Cordero (1984-1988), María Fernanda Restrepo, habló con los espectadores del filme Con mi corazón en Yambo —que estrenó en 2011— en medio de aplausos y reflexiones, una de las cuales dijo al llegar al auditorio.
“La gente todavía está pendiente de esto, que no está en el olvido, y de que se tiene que dar una solución. Debe haber una disculpa pública, primero, de las fuerzas represivas del Estado de aquel entonces, de la policía que actuó en este y otros crímenes”, dijo María Fernanda.
Para la cineasta, “ninguna causa violenta es justificable” aunque provenga de instituciones, como la policía, o de cualquier sector social. “Siempre estamos en peligro de que cosas como esta (las desapaiciones) vuelvan a suceder”, señaló para fotalecer su idea de que la memoria histórica es parte de los derechos ciudadanos.
En el foro —además de Pedro Restrepo, padre de María Fernanda— estuvo Fidel Jaramillo, integrante del equipo de investigación de la Comisión de la verdad —entidad creada por la demanda de un grupo de víctimas de violaciones de Derechos Humanos en el país en 2007— que publicó un informe en 2010 sobre los hallazgos de su indagación, los cuales arrojaron la cifra de 17 desaparecidos forzados en el país y 136 denuncias de violaciones a Derechos humanos, la mayoría de ellas, acaecidas a finales de la década de los 80.
La desaparición forzada —explicó Fidel Jaramillo— es la detención de personas por agentes del Estado, como la policía, que nieguen sus acciones, como en el caso Restrepo que se registra de forma testimonial y contrastada en el documental.
Pedro Restrepo se mostró conmovido por las muestras de apoyo de los asistentes, en su mayoría estudiantes de la Universidad Católica, y dijo que este tipo de luchas “tienen que nacer de la sociedad civil o de organismos de derechos humanos, universidades o de gente conciente”.
La recomendación de Pedro para este tipo de situaciones fue que “no podemos perder la razón, hay que ser muy analíticos, respirar hondo y decir esto me está pasando, esto es el chicharrón que Dios me pone en este momento, ¿qué vamos a hacer?, o me entrego al dolor, me anego en llanto, o me mato, o me desentiendo o pido respuestas, lo que nosostros decidimos”. La conclusión del padre de Santiago y Andrés fue categórica: “Yo estoy vivo porque he luchado”
María Fernanda recordó que “es el papel del Estado y de la Fiscalía —allí hay una Dirección de la Comisión de la verdad y derechos humanos encargada de la indagar estos casos— seguir investigando, milímetro a milímetro, qué sucedió; es muy difícil esto porque (los responsables) tuvieron todo el tiempo del mundo para fraguar pruebas falsas, desaparecer evidencias y quedar en casi nada pero la esperanza no muere y todo se llega a saber al final”. (I)