Una exposición que acerca al público a la Antártida
Son muchos los artistas que han explorado sus ideas y creaciones lejos de casa, ¿pero cuántos han llegado a lugares tan apartados e inhóspitos como el Polo Sur?
María Rosa Jijón lo hizo. La artista ecuatoriana —residente en Italia desde hace algunos años— fue la ganadora de la Residencia Antártica Artea, convocada por el Ministerio de Cultura el año pasado, con su proyecto El archivo del hielo o de cómo superar el terror al blanco.
Para ello la artista contextualizó su propuesta con los temas que normalmente trabaja: territorialidades, relecturas de la historia, miradas desde lo colectivo, etc.
Tras una serie de pruebas y preparación, María Rosa Jijón viajó con una de las expediciones del Gobierno ecuatoriano a la base técnico-científica en el archipiélago antártico, donde también iban científicos y militares.
En una publicación en la web del Ministerio de Cultura, Jijón se había referido así a lo que representa la Antártida: “Las tierras desconocidas siempre han representado para el hombre, a lo largo de su historia, lo incógnito, el miedo a las tinieblas, del no saber, la conciencia de sus propios límites”.
Fueron 18 días los que la artista permaneció entre el hielo del continente blanco. De esa estancia nació la muestra Stupor mundi. Del archivo del hielo y otras derivas.
La exhibición
Stupor Mundi incluye una serie de experimentos sencillos y simbólicos que dan cuenta de ese otro mundo que es la Antártida.
La exposición podría dividirse en 6 partes. La primera, un mapa de grandes dimensiones (basado en uno de 1485), dibujado sobre la pared por la misma autora.
La segunda parte es un fragmento del poema Moj of the Antartica: An African Odyssey, de la poeta, dramaturga y performer británica (con raíces nigerianas y danesas) Mojisola Adebayo, que empieza diciendo: “Una vez,/ fuimos Gondwana, África y Antártica/ Antártica y África/ un continente/ contenido”.
Son temas que suele tratar Jijón: relectura de la historia, las miradas colectivas, territorialidadLa tercera parte de esta exposición muestra una frase en latín, con letras grandes y doradas, pertenecientes a San Agustín, que ocupa toda una pared lateral.
La cuarta es el audio (de 14 minutos de duración) de la Crónica del comandante Olmedo, uno de los delegados de la expedición.
La quinta, una serie de 18 fotografías (cada una corresponde a cada día de estancia) en la que se muestra un escenario diferente de la Antártida, junto con el respectivo detalle meteorológico.
Y finalmente, la sexta, una pantalla proyectando, permanentemente, un video de casi seis minutos de duración, en el que se observa a la artista llevando a cabo su hazaña performática: Línea.
Un “paralelo cero” en medio del Polo Sur
La performance Línea es una puesta en escena realizada en medio de la nieve. Para ello, la artista colocó una larguísima cinta roja en medio de la blancura del hielo.
Según Jijón, la cinta tiene dos significados: llevar el paralelo cero ecuatoriano a la Antártida y la otra marcar un territorio con un gesto casi performático.
La artista cuenta que caminaba todos los días por varios de los glaciares que están en la zona de influencia de la base ecuatoriana trazando una línea. “Era, por un lado, irrumpir en este paisaje súper blanco con mi presencia y esta cinta roja, marcando una territorialidad imposible que, además, era como muy efímera porque luego la tuve que recoger y llevarme esta representación canónica del Ecuador”.
La muestra inició el 3 de septiembre y permanecerá abierta hasta mañana por la noche, en la FlacsoEl video —que incluye fragmentos escritos por Jijón o datos explicativos de las diferentes bases— transmite ese universo blanquísimo que es la Antártida. Por momentos las imágenes se dividen, cambian de color o se aceleran para jugar con otro elemento que corre distinto: el tiempo.
Todo parecería transcurrir más lento. De hecho, en verano (época en la que la artista permaneció en la base) los días pueden llegar a tener 23 horas de luz, mientras que en invierno, las 23 horas le corresponden a la oscuridad de la noche y apenas una a la luz del día.
La muestra se inauguró el 3 de septiembre y permanecerá abierta hasta mañana por la noche. La cita es en Arte Actual Flacso (Pradera y Diego de Almagro), de 09:00 a 17:00. Gratis.